Reseña: A ciegas

Título: A ciegas 

Autor: Josh Malerman 

Nº de páginas: 288

Editorial: Minotauro

Puntuación: 5/5

Sinopsis:

NO ABRAS LOS OJOS.

Hay algo ahí fuera. Algo espantoso, que hace que la gente enloquezca y se suicide ante su sola visión. Nadie sabe qué es ni de dónde viene. Cinco años después de que diera comienzo la pesadilla, los pocos supervivientes que quedan viven refugiados en el interior de casas y edificios, protegidos por puertas cerradas y ventanas con las cortinas echadas. Malorie, que ha conseguido sobrevivir en una casa abandonada junto a sus dos hijos, decide abandonar la seguridad de su refugio para emprender un viaje por el río hacia un lugar mejor. En esta peligrosa odisea a ciegas, Malorie sólo podrá confiar en su instinto y en el entrenado oído de los niños, que no tardarán en descubrir que algo los sigue. Pero, ¿qué es? 

Inmersa en la oscuridad, rodeada de sonidos, familiares unos, estremecedores otros, Malorie se embarca en una tremenda odisea; un viaje que le llevará a un mundo sin visión y de vuelta a su pasado. En un mundo que ha enloquecido, ¿se puede confiar en alguien?

Reseña:

Cuando leí la sinopsis del libro supe que me gustaría. Y, efectivamente, así ha sido. Es un libro que captó toda mi atención desde el principio. No podía dejar de leerlo. Lo devoré.

Narrada a dos tiempos, uno de ellos nos describe la época en la que se desencadena todo. Esos días en los que los casos de gente que comienza a matar a quien tiene a su alrededor, a suicidarse, o a ambas cosas aumentan de una manera espeluznante, y cómo poco a poco el miedo se apodera de la humanidad. Según lo que parece existe algo desconocido que con sólo verlo hace que se pierda el juicio por completo. Para prevenir que les suceda esto, los habitantes comienzan a adoptar las medidas de seguridad oportunas, como no salir de casa y tapar todas las ventanas para no ver el exterior.

El otro tiempo de narración nos describe la situación actual de Malorie, la protagonista, y sus dos hijos que se embarcan en un viaje a ciegas para poner fin a la pesadilla que comenzó cinco años atrás.

Mientras avanzamos por las páginas vamos viendo el desarrollo que ha tenido la protagonista durante los últimos años, hacemos el recorrido de maduración junto a ella. Pero no creáis que sólo tenemos a Malorie y a sus hijos, el escritor nos presenta otros personajes que dan mucho juego en la historia.

Josh Malerman (que para quien no lo sepa es cantante y compositor, y ésta es su primera novela, ¡casi nada!) nos hace viajar junto a Malorie con una tensión constante, y agudizando todos los sentidos que podemos utilizar, porque sabemos que hay algo cerca. El miedo a lo desconocido se convierte por momentos en miedo hacia cualquier persona y ser vivo que haya cerca.

Sentimos la desesperación y la angustia como si estuviésemos allí mismo. La historia juega con nuestra imaginación, y lo hace muy bien. Los personajes de la novela no ven, y se nos traspasa la sensación de ir a ciegas con un enemigo que nos pisa los talones y que nos puede hacer enloquecer hasta matar a nuestros seres más queridos. Angustiante. Y esto es precisamente lo que más me ha gustado del libro, la capacidad del escritor de hacernos sentir lo mismo que Malorie.